Las cosas como son...
Tenemos dos ojos, dos oídos y nada más que una boca, lo que significa que: debemos mirar dos veces, escuchar dos veces y hablar lo menos posible.
Este proverbio chino demuestra la sabiduría de las cosas simples... de como simples detalles que son tan evidentes, tienen un sentido tan imoportante y trascendental para las personas...
El saber escuchar y el observar, son 2 grandes cualidades y herramientas en la vida.
Oír y escuchar son dos actitudes totalmente distintas. Oír, del latín audīre, no es prestar atención profunda e internamente a la comunicación, sino simplemente captar una sucesión de sonidos, de meras palabras.
En cambio, escuchar, del latín ascultāre, es estar disponible en el momento en que alguien necesita comunicar y estar dispuesto a que la persona se sienta acogida y respetada. En este sentido, escuchar a una persona amiga puede constituir largos intervalos durante toda una vida; es un proceso dilatado que requiere mucho tiempo y mucha paciencia; necesita una actitud receptiva a través de los años. Saber escuchar es muy enriquecedor para ambos...
También, muchas veces sucede que, no nos sabemos escuchar a nosotros mismos, por lo que, difícilmente, sabremos escuchar a los demás.
La palabra observar proviene del latín observāre que significa guardar, por lo que podemos examinar, contemplar atenta y detalladamente lo que ocurre a nuestro alrededor. Observar es la acción de mirar detenidamente una cosa, para asimilar en detalle su naturaleza.
Luego de potenciar ambas, el don de la palabra se desarrolla solo. Inclusive, llegando a parecer inhata.
Como complemento en la vida personal, hay quienes intentamos desarrollar la contemplación...
:)
aDios!